Osteotomía de rodilla
La osteotomía de rodilla es una cirugía para cambiar la posición de la rodilla. Se cambia qué parte de la rodilla soporta más peso. Esta cirugía suele hacerse para tratar la artritis que afecta un lado de la rodilla. También se puede hacer para tratar las piernas en arco (las rodillas giran hacia afuera) o las rodillas arqueadas (las rodillas giran hacia adentro).
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Durante la osteotomía de rodilla, es posible que se realinee la articulación con una técnica de cuña de abertura o de cierre. |
Preparativos para la cirugía
Prepárese siguiendo las instrucciones que le hayan dado. Informe al proveedor de atención médica sobre todos los medicamentos que toma. Estos incluyen los medicamentos de venta libre. También incluye medicamentos a base de hierbas y otros suplementos. Quizás tenga que dejar de usar algunos de estos medicamentos (o todos) antes de la cirugía. Asimismo, siga las instrucciones que le hayan dado sobre el tiempo que debe estar sin comer ni beber antes de la cirugía. Si fuma, deje de hacerlo en las semanas previas y posteriores a la cirugía. Esto se debe a que fumar puede afectar la curación de los huesos.
El día de la cirugía
La cirugía dura aproximadamente 1 a 2 horas. Tal vez tenga que quedarse en el hospital 1 o más noches.
Antes de que empiece la cirugía:
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Le pondrán una vía intravenosa en una vena del brazo o de la mano. Esto se hace para administrarle líquidos y medicamentos.
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Para evitar que sienta dolor durante la cirugía, es posible que le administren anestesia general. La anestesia es un medicamento que lo pondrá en un estado parecido a un sueño profundo durante la cirugía. También se puede usar anestesia espinal. Este medicamento adormece el cuerpo de la cintura para abajo. En algunos casos, se puede usar un bloqueo de nervios. Este medicamento adormece el área en la que se va a trabajar. Ya sea mediante anestesia espinal o un bloqueo de nervios, también se le puede administrar un medicamento (sedación) que le produce relajación y adormecimiento durante la cirugía.
Durante la cirugía
El proveedor de atención médica evaluará su problema de rodilla y determinará si es necesario tratar el extremo inferior del hueso del muslo (fémur), el extremo superior de la espinilla (tibia) o ambos durante la cirugía. Estos huesos forman las partes superior e inferior de la articulación de la rodilla. Luego, se hace la cirugía mediante un método de cuña de apertura o cierre. Se usan radiografías para guiar cualquiera de los métodos de cirugía.
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Con el método de cuña de cierre, se hace una incisión en la piel para exponer el hueso. Luego, se corta el hueso y se extrae una parte (cuña). De esta manera, se produce un espacio en el hueso. Este espacio se acerca y, luego, se cierra con dispositivos, como placas de metal o tornillos.
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Con el método de cuña abierta, se hace una incisión en la piel sobre la rodilla para exponer el hueso. Luego, se corta el hueso. En el lugar del corte, los dos lados del hueso se separan ligeramente. Esto crea un espacio en forma de cuña. Luego, se usa hueso adicional (injerto óseo) para llenar el espacio. El hueso para este injerto puede provenir de su propio cuerpo, de un donante o de fuentes artificiales (sustitutos óseos). Si se usa hueso de su propio cuerpo, por lo general, se toma del hueso de la cadera (pelvis). Esto requiere otra incisión en la cadera durante la cirugía. Antes de la cirugía, usted y el proveedor de atención médica decidirán el tipo exacto de injerto óseo que se usará. El injerto óseo se fija al hueso que lo rodea con dispositivos, como placas de metal o tornillos.
Con cualquiera de los dos métodos, todas las incisiones se cierran con puntos (suturas) o grapas. Es posible que le coloquen un tubo pequeño (drenaje) cerca de la incisión para eliminar el exceso de líquido. Por lo general, este drenaje se quita antes de salir del hospital. Aunque también es posible que deba regresar para que se lo quiten luego de 1 a 3 días.
Después de la cirugía
Se despertará en una sala de recuperación. Luego, es posible que lo pasen a una habitación común. Se le administrarán medicamentos para controlar el dolor y prevenir infecciones. La rodilla debe estar levantada (elevada) por encima del nivel del corazón y se le puede aplicar frío para reducir el dolor y la hinchazón. Además, es posible que le coloquen un aparato ortopédico en la rodilla. También es posible que le den medias especiales o botas para prevenir la formación de coágulos de sangre. Lo ayudarán a levantarse de la cama para ponerse de pie y caminar con muletas o un andador durante períodos breves. En el hospital, puede comenzar a trabajar con un fisioterapeuta. Le enseñarán a hacer estiramientos y ejercicios para la rodilla que podrá hacer en el hogar. También es posible que le enseñen cómo usar un andador y formas de moverse con seguridad sin tener que cargar todo el peso sobre la rodilla. Le indicarán cuándo puede regresar a su casa. Coordine con algún familiar o amigo adulto para que lo lleve en automóvil a su casa.
La recuperación en el hogar
Una vez que esté en casa, cumpla todas las instrucciones que le den. Durante su recuperación:
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Tome los analgésicos y cualquier otro medicamento según las indicaciones que le dieron.
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Cuide de las incisiones tal como le indicaron. Esto incluye mantener secas las incisiones cuando se bañe o duche.
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Mantenga la pierna en alto para reducir el dolor y la hinchazón. Esto significa mantener la rodilla por encima del nivel del corazón.
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Aplique una compresa de hielo envuelta en una toalla fina en la rodilla varias veces al día. Hágalo durante 20 minutos a la vez. Esto ayuda a reducir la hinchazón.
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Quite peso de la pierna.
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Haga ciertos ejercicios según le hayan indicado.
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Use cualquier dispositivo de ayuda, como un aparato ortopédico, una férula o muletas, según le hayan indicado.
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También podrán pedirle que no haga ciertos deportes o actividades.
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Sea paciente con su progreso. La rodilla tarda alrededor de 6 meses para sanar por completo.
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No conduzca hasta que el proveedor de atención médica le diga que puede hacerlo.
Cuándo llamar al proveedor de atención médica
Llame al proveedor de atención médica si tiene cualquiera de los siguientes signos o síntomas:
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Fiebre de 100.4 ° F ( 38° C) o superior, o según le indique el proveedor de atención médica
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Escalofríos
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Dolor que no se alivia con medicamentos ni reposo
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Aumento de la hinchazón que no mejora al elevar la rodilla o colocar hielo sobre esta
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Signos de infección en cualquier sitio de la incisión. Por ejemplo, aumento del enrojecimiento o de la hinchazón, calor, dolor que empeora o drenaje maloliente.
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Sangrado que empapa el vendaje
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Entumecimiento en la pierna o la parte superior del pie que empeora
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Náuseas muy fuertes
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Dolor en la pierna que empeora
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Incapacidad para mover el pie
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Cualquier otro síntoma que le indique el proveedor de atención médica
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 de inmediato ante cualquiera de los siguientes síntomas:
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Dolor de pecho
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Dificultad para respirar
Atención de seguimiento
Respete las citas de seguimiento pautadas con el proveedor de atención médica. Es probable que sea necesario retirar las suturas (puntos) aproximadamente 7 a 14 días después de la cirugía. Después de esta cirugía, la recuperación puede llevar varios meses o más. Es posible que necesite usar un aparato ortopédico por un tiempo. El aparato ortopédico mantiene la rodilla estable y la protege de otras lesiones. Es posible que también necesite usar una ayuda para caminar, como muletas o un andador, para moverse. Además, como parte de la recuperación, es posible que deba hacer fisioterapia. Se trata de un programa de ejercicios y tratamientos para fortalecer y mejorar la función de la rodilla. Puede trabajar con un fisioterapeuta. Es posible que le indiquen que use una máquina de movimiento pasivo continuo en casa. Esto permite ejercitar la rodilla suavemente. Siga todas las instrucciones que le den.
Riesgos y posibles complicaciones
Los riesgos y las posibles complicaciones pueden incluir lo siguiente:
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Infección
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Sangrado
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Coágulos de sangre
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Dolor continuo, rigidez o inestabilidad en la rodilla
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Mala alineación del hueso para lo que se requiera más cirugía
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Que el hueso no se suelde bien
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Formación excesiva de tejido cicatricial
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Falla o rotura de un dispositivo
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Daño a los nervios, vasos sanguíneos o tejidos blandos cercanos
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Daño al cartílago y hueso cercanos
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Problemas con el injerto óseo
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Riesgos de la anestesia. El anestesiólogo conversará con usted sobre estos riesgos.
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