Radioterapia: cómo controlar los efectos secundarios a corto plazo
La radioterapia utiliza rayos de alta potencia para destruir las células cancerosas. Por lo general, daña más a las células cancerosas que a las normales. Sin embargo, las células normales en el área del tratamiento también pueden verse afectadas. Esto provoca efectos secundarios.
Algunos de los efectos secundarios a corto plazo más comunes de la radiación comprenden el enrojecimiento, la sensibilidad y la sequedad en la piel. También se incluyen el cansancio extremo (fatiga) y cambios en el apetito. Los efectos secundarios dependen de la parte del cuerpo que reciba tratamiento.
A menudo, los efectos secundarios comienzan unas semanas después del inicio del tratamiento. Muchos de estos efectos se pueden tratar. Además, es posible que pueda hacer algo para prevenirlos. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco después de que finaliza la radioterapia.
Aquí se detallan algunas de las medidas que puede tomar para controlar los efectos secundarios más comunes de la radiación. La radioterapia también puede causar efectos secundarios a largo plazo. Sin embargo, puede que estos no aparezcan hasta meses o incluso años después de finalizado el tratamiento.
Consulte a su equipo de tratamiento los efectos secundarios que puede experimentar y a lo que debe prestar atención.
Tener efectos secundarios durante la radioterapia es normal. No significa que el cáncer empeora o que la terapia no funciona.
Cuidados de la piel
Por lo general, los problemas de la piel ocurren en el lugar exacto donde recibe la radiación. Puede presentar sequedad, picazón y enrojecimiento en la piel. Puede causar dolor. Puede tener ampollas y pelarse. Se puede oscurecer la zona, como una quemadura de sol.
Para cuidar la piel, haga lo siguiente:
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No frote la piel de la zona del tratamiento, pero manténgala limpia. Use agua tibia y jabón suave o siga las indicaciones del proveedor de atención médica. Seque la piel con toques suaves o déjela secar al aire.
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No se afeite la zona tratada ni use productos para remover el cabello, a menos que el equipo de tratamiento lo permita.
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Pregúntele al equipo de tratamiento qué productos puede usar y cuándo usarlos. Hable con ellos antes de usar cualquier tipo de loción o humectantes, talco, perfume, aceite o desodorante.
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Evite la exposición directa al sol de la zona tratada. Los sombreros, los lentes de sol y la ropa protectora son muy útiles. Pregunte sobre el uso de protector solar.
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No quite las marcas de tinta a menos que el radioterapeuta lo permita. No se frote las marcas cuando se lave. Aplique agua y, luego, seque la piel con toques sueves.
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Proteja la piel del frío o del calor. Evite bañeras de hidromasaje, saunas, compresas calientes y compresas de hielo.
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Use ropa suave y holgada para evitar el roce.
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No frote ni rasque la piel en la zona tratada.
La lucha contra el cansancio
El cáncer y los tratamientos que incluyen radioterapia pueden causar cansancio. Su cuerpo se está esforzando por sanar y recuperarse. Para sentirse mejor, haga lo siguiente:
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Trate de hacer ejercicio liviano todos los días. Haga caminatas cortas.
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Planifique tareas para los momentos en los que suele tener más energía. Pida ayuda cuando la necesite.
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Relájese antes de irse a la cama para dormir mejor. Pruebe leer o escuchar música relajante.
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Informe al equipo de atención del cáncer si tiene fatiga que no mejora. Estos profesionales pueden ofrecerle distintas maneras para ayudarlo.
Cómo lidiar con los cambios de apetito
Informe al equipo de terapia si le cuesta comer o no tiene apetito. Es posible que deba consultar con un nutricionista. El nutricionista es un proveedor de atención médica especialmente capacitado para elaborar planes de alimentación. A fin de mantener la fortaleza, es necesario que coma bien y mantenga el peso. Piense en una alimentación saludable como parte del tratamiento. Siga estos consejos:
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Coma despacio.
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Haga pequeñas comidas varias veces al día.
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Coma más cuando se sienta mejor, incluso si no es hora de comer.
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Pida a otras personas que lo acompañen cuando coma.
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Aprovisiónese de alimentos fáciles de preparar.
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Coma alimentos ricos en proteínas y calorías.
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Beba una cantidad abundante de agua y otros líquidos.
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Consulte al proveedor de atención médica antes de tomar cualquier tipo de vitaminas. A veces, pueden interferir con el tratamiento y causar efectos secundarios.
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Beba abundante cantidad de líquidos, por ejemplo, agua. |
Efectos secundarios específicos en la zona tratada
Entre ellos, se encuentran los siguientes:
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Es posible que pierda el cabello en la zona tratada. Es posible que el cabello no vuelva a crecer después del tratamiento. Consulte a su proveedor de atención médica si es posible que pierda el cabello (alopecia) y en qué partes puede ocurrir.
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La boca o garganta se pueden resecar o irritar si recibe el tratamiento en la cabeza o el cuello. Tome agua fría para ayudar a aliviar el dolor. En ocasiones, la sequedad puede ser duradera (permanente).
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Si recibe radiación en la zona pélvica, puede experimentar malestar estomacal (náuseas) y cambios intestinales. Informe a su proveedor de atención médica si presenta náuseas, diarrea o estreñimiento. Quizás deba tomar algún medicamento o seguir una dieta especial.
Hable con su equipo de atención médica
La radioterapia puede provocar otros efectos secundarios. Es posible que algunos aparezcan incluso años más tarde. Consulte con el equipo de atención médica sobre lo que se espera del tipo de radioterapia que recibe y pregunte cuándo debe comunicarse con ellos si tiene alguna inquietud.