Causas del cistocele

Un cistocele puede deberse a lo siguiente:

• Levantar objetos pesados

• El esfuerzo realizado en el parto

• Estreñimiento crónico

• Hacer fuerza repetidamente al evacuar los intestinos o toser

• Debilitamiento de los músculos que rodean la vagina por falta de estrógeno después de la menopausia

• Obesidad

• Envejecimiento

• Cirugía pélvica previa

Síntomas del cistocele

Los síntomas del cistocele incluyen lo siguiente:

• Pérdida de orina cuando tose, estornuda o levanta algo pesado

• Sensación de pesadez, molestia o dolor en la pelvis

• Presión pélvica que empeora al estar de pie, levantando algo o tosiendo

• Un bulto que puede sentir en la vagina

• Dolor en la parte baja de la espalda (zona lumbar)

• Dificultades en las relaciones sexuales

• Problemas para insertar un tampón

• Orinar con frecuencia o necesidad imperiosa de orinar

• Vaciamiento incompleto de la vejiga

• Dificultad para comenzar a orinar

Diagnóstico del cistocele

Su proveedor de atención médica le hará preguntas sobre sus antecedentes médicos y le hará una exploración física. Es posible que el diagnóstico también incluya revisar la vejiga con una cámara (cistoscopia), pruebas del funcionamiento de la vejiga (estudio urodinámico) o radiografías, ecografías y resonancias magnéticas.

Durante el diagnóstico, se asignan grados al cistocele que se detecte. Grado 1 significa que la vejiga ingresa solo un poco por la parte superior de la vagina. Grado 2 significa que la vejiga ingresa hasta la abertura inferior de la vagina. Grado 3 significa que la vejiga sobresale por la abertura inferior de la vagina.

Tratamiento del cistocele

El tratamiento depende del grado de cistocele que tenga y de otros factores. Sus opciones pueden incluir lo siguiente:

• Cambio de actividad. Es posible que necesite evitar ciertas actividades, como levantar cosas pesadas o hacer mucho esfuerzo físico, porque eso puede empeorar el cistocele.

• Pesario. Se trata de un dispositivo que se introduce en la vagina para mantener la vejiga en su lugar.

• Cirugía. Puede hacerse un procedimiento para volver a colocar la vejiga en una posición más normal y retenerla en ese lugar.

• Terapia de reemplazo de estrógenos. Puede ayudar a fortalecer los músculos que rodean la vejiga y la vagina. Hable con su proveedor de atención médica sobre los riesgos y beneficios de la terapia de reemplazo hormonal según sus antecedentes médicos.